El Parlamento Europeo exige un tratamiento más correcto de la carretera
- 20 Marzo 2002
En contra de la línea manifestada por la Comisión en el Libro Blanco del Transporte
El Parlamento Europeo exige un "tratamiento más correcto" de la carretera
Reclama, asimismo, una política de seguridad vial "agresiva" y la creación de una Agencia Europea de Seguridad de la Carretera
Madrid, 20 de Marzo de 2002.- "Es necesario apostar por políticas que garanticen la eficiencia de la carretera, principal modo de transporte en Europa, desarrollando infraestructuras viarias en determinadas regiones y otorgando un mayor apoyo financiero al mantenimiento de la red". Con esta contundencia se ha pronunciado el Parlamento Europeo en cuanto a las pautas que debe seguir la política comunitaria de transportes, y ha criticado el tratamiento que recibe el sector viario en el Libro Blanco "Política Europea de Transportes de cara a 2010: La hora de la verdad".
Tales manifestaciones se produjeron el pasado 5 de marzo, en el transcurso de una reunión entre responsables de la Federación Europea de Carreteras (ERF) -de la que forma parte la Asociación Española de la Carretera (AEC)- y representantes del Parlamento Europeo.
Para el máximo órgano legislativo de la Unión, la Comisión y el Consejo deben tomar en consideración las decisiones de los consumidores y los usuarios del transporte en Europa, promoviendo políticas realistas que satisfagan sus demandas. Asimismo, las directrices en materia de seguridad vial han de ser más agresivas y han de apostar por "la financiación de programas eficientes (educación vial, seguridad de los vehículos, auditorías preventivas y mantenimiento de la red) y no sólo por la promoción de medidas coercitivas".
El Presidente del Comité Ejecutivo de la ERF, Aniceto Zaragoza, ha expresado su satisfacción ante la postura del Parlamento, pues entiende que el Libro Blanco "genera un sentimiento de derrota para quienes consideramos que, por méritos propios, las carreteras se han convertido en un pilar básico de nuestra vida socioeconómica".
Según Zaragoza, la política de la UE no es más que la continuación de la política de transportes aplicada en el siglo XX, "que ha consistido en promover el ferrocarril y desfavorecer el transporte por carretera, obviando la absoluta ineficacia de los sistemas ferroviarios públicos y monopolísticos europeos". En este sentido, el Parlamento Europeo considera "urgente" desmonopolizar y liberalizar la gestión del ferrocarril, en aras de su conversión en un modo competitivo y adaptado al mercado.