1934. El Código de la Circulación
Los rápidos avances de la industria del automóvil y el desarrollo del transporte de viajeros hicieron necesaria la redacción de un Código de la Circulación, aprobado en septiembre de 1934. Con este código se consigue que todos los reglamentos y disposiciones existentes queden recogidos en un solo documento. La nueva normativa sigue sin poner límite de velocidad a los coches, a cuyos propietarios se les vuelve a conminar a ser dueños en todo momento del movimiento y a moderar la marcha si fuera preciso. Introduce, sin embargo, otros cambios: se incrementa, por ejemplo, la velocidad máxima a la que pueden circular los camiones, que pasa de los 30/35 kilómetros del reglamento de 1926 a 60/80 para camiones de menos de 8.000 kilos de peso total en carga. Desaparecen los límites para los autobuses.