1931. Los domingueros en la Segunda República
En lo que a las infraestructuras viarias afecta, cabe destacar que con la Segunda República (1931-1939) comienza el fenómeno de los domingueros, y con ellos, su inevitable consecuencia: los atascos. Madrid es el núcleo del problema. Los accesos de la red de carreteras a la capital presentaban los fines de semana un tráfico tan intenso que se formaban grandes caravanas. Fue en esta época cuando se realizó el primer tramo de prolongación de la Castellana y las mejoras en la carretera de La Coruña, con diferencia la más transitada. La intensidad de tráfico en ella variaba desde los 400 vehículos/día en los días laborables a los 1.600 los festivos. La media de las carreteras españolas se situaba por entonces en un máximo de 200 vehículos/día.
Unos meses antes de la reinstauración de la República se crea el Ministerio de Obras Públicas, desgajándose del Ministerio de Fomento. A partir de este momento, todas las carreteras del Estado se integran en la Dirección General de Caminos, incluidas las del Circuito de Firmes Especiales, que desaparece como tal.